El piloto peruano Óscar Santa María combate con un ovni

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Introducción:

La mayoría de los ufólogos están de acuerdo que el país sudamericano del Perú es el lugar de ''zonas calientes'' de actividades de los ovnis que dicen que son atraídos por las Líneas de Nazca de Perú (dibujos enormes en la tierra que sólo pueden ser observados desde el aire). El país ha experimentado unos de los avistamientos de ovnis más frecuente en el mundo, incluso en la ciudad capital de Lima, miles han sido testigos de múltiples ovnis en plena luz del día.

Durante la Guerra Fría, el Perú era un cliente soviético, no un cliente de Estados Unidos. Rusia le vendió a Perú unos de los aviones de combate más avanzados de la época como los jets Sukhoi Su-22, Sukhoi Su-25 y Mig-29. Por esta razón, la FAP (Fuerza Aérea del Perú) mantuvo una vigilancia constante sobre sus bases aéreas, por temor de ser espiados, que posteriormente dio lugar a un combate aéreo que es quizás la primera vez y la única vez que un avión militar en realidad dispara y le pega a un ovni.

El piloto de la Fuerza Aérea del Perú, Óscar Santa María Huertas, a la edad de veinte años, fue seleccionado para pruebas de vuelos del jet supersónico más nuevo de fabricación soviética, el Sukhoi Su-22. Siendo un piloto experimentado, ha ganado bastantes cantidades de trofeos y también era conocido como un tirador de precisión aéreo con grandes habilidades en disparos desde el aire.

Un extraño objeto esférico visto en el cielo:

El 11 de abril de 1980, a las 7:15 am (0715 horas) de la mañana, 1.800 hombres estaban en formación en la base aérea de La Joya en Arequipa (Perú). Todos ellos observaron un objeto estacionario en el aire y que parecía un globo como a 5 kilómetros de distancia y unos 600 metros de altitud, era luminoso porque reflejaba el sol.

Un jet Sukhoi Su-22 jet despegado:

El comandante de la unidad le dio la orden a Óscar Santa María Huertas de despegar en su jet Sukhoi Su-22 para dispararle al objeto esférico porque estaba en espacio prohibido, sin permiso y temían espionaje.

Santa María se acercó al objeto y le disparó 64 obuses de 30 milímetros. Algunos obuses fueron hacia el terreno y otros le pegaron de lleno al objeto, pero sin ningún efecto. Los obuses no rebotaron, probablemente fueron absorbidos. Las ráfagas de obuses que él mandó normalmente hubieran destruido cualquier objeto en su camino.

El objeto entonces empezó a subir y alejarse de la base. Cuando él dispara a unos 11.000 metros, de repente se detuvo forzándose a salir del lado porque ya se encontraba a solo 500 metros de él. Entonces hizo un ascenso para atacarlo desde arriba pero justo cuando él había centrado en la mira y estaba listo de disparar, el objeto dio un ascenso vertical evadiendo su ataque. Ninguna aeronave conocida es capaz de avanzar a velocidades supersónicas desde un punto muerto, las increíbles fuerzas G mataría al piloto.

Dos veces más tuvo el objeto en la mira cuando este se encontraba estacionario, y cada vez se alejó el último momento antes de su disparo, siempre evadiendo su ataque. Entonces decidió de hacer un ascenso a toda velocidad para ponerse muy encima del objeto, pero este empezó a subir también y siempre en paralelo con su avión. Cuando pasó los 19.000 metros, el objeto se detuvo abruptamente.

Un análisis más cercano revela no un objeto de espiar:

Fue entonces que se acercó a 100 metros del objeto. Tenía unos 10 metros de diámetros, estaba como esmaltado con una cúpula de color crema, sobre una base metálica, ancha y circulada. No tenía motores, ni escapes, ni ventanas, ni alas o antenas. Carecía de todos los implementos típicos de un avión y sin ningún sistema visible de propulsión.

Fue en ese momento que se dio cuenta que esto no era un objeto para espiar, sino que era un ovni, algo completamente desconocido. Ya casi no tenía combustible, o sea que ya no podía ni atacar, ni maniobrar su avión, tampoco de escaparse en alta velocidad. Sintió temor, pensó que quizás este era su fin.

Entonces logró calmarse y avisó por radio que otro avión viniera para echar un vistazo. Le dijeron que no, que estaba demasiado alto que simplemente se regresara. Tuvo que planear parte de su descenso por falta de combustible, haciendo zigzag y siempre viendo por su espejo retrovisor con la esperanza que el objeto no le persiguiera… no pasó nada.

Pasó 21 minutos de maniobras contra el objeto. Después que aterrizó, el objeto permaneció estacionario en el cielo por dos horas más a la vista de todos en la base.

Reacción en EE.UU.:

El Canal de Historia (los cazadores de ovnis) reveló y mostró un documento desclasificado lanzado los Jefes de Estado Mayor, titulado "ovni avistado en Perú", que registra el encuentro de Santa María con un ovni y su fallido intento de destruir la nave. Lo que destaca es que la información fue puesta en libertad inmediatamente a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el secretario de Estado, el Secretario de Defensa y de la NSA (Agencia Nacional de Seguridad). El documento dice lo siguiente:

"Un ovni fue visto cerca de la Fuerza Aérea Peruana (FAP) en el sur de Perú. La FAP trató de interceptar y destruir al ovni, pero sin éxito."

Lo anterior revela que el caso llegó al más alto nivel del Departamento de Defensa de los Estados Unidos y el Perú no era ni siquiera un cliente estadounidense a la vez, se trataba de un cliente soviético. Entonces, ¿cómo eso llegó al más alto nivel del Departamento de Defensa de los Estados Unidos?

Conclusión:

El señor Santa María declaró que pasó 21 minutos de maniobras contra el objeto. Es obvio que durante ese tiempo no sabía de lo que él estaba en contra y todavía pensaba que se trataba de un dispositivo de espionaje. Cuando obtuvo a una mirada más cerca de 100 metros (320 pies), se dio cuenta que el objeto no podía haber sido hecho por el hombre, sino un ovni, pues se retiró tan rápido como pudo (y por supuesto porque también estaba sin combustible).

Era impresionante para los espectadores en la base aérea presenciar el objeto esférico de ser perseguido por el Sukhoi Su-22, pero también era sorprendente saber que el objeto no fue registrado en el radar de la FAP. Santa María dijo que todavía le da escalofríos cuando piensa en lo que pasó.

Este encuentro con un ovni fue al más alto nivel del gobierno de los EE.UU. sin el conocimiento de Óscar Santa María, sin el conocimiento de muchos en el gobierno peruano y sin ser un cliente. ¿Entonces cómo el Departamento de Defensa de EE.UU. averiguó sobre este incidente? La Fuerza Aérea del Perú (FAP) expresó su preocupación por los espías cuando lanzó el jet Sukhoi Su-22, pero al parecer, los servicios de inteligencia de los EE.UU. como la CIA, obtuvieron esa historia. ¿Era ese ovni realmente de otro planeta?