El incidente OVNI de Coyame primero fue conocido en 1992, cuando una cuenta del caso fue enviada de forma anónima a un número de investigadores de OVNIs en los Estados Unidos y Europa. La historia alega que un OVNI fue adquirido por el ejército de los Estados Unidos en territorio mexicano en una operación secreta. Un equipo de respuesta rápida fue montado por los militares de EE.UU. y las agencias de inteligencias y se movieron cerca del pueblo de Coyame, Chihuahua, cerca de la frontera México-Estados Unidos, para adquirir un OVNI que se estrelló con un avión civil pequeño.
Después cuando el informe surgió en 1992, la historia del incidente OVNI de Coyame permaneció latente hasta 2005, cuando los productores de la serie de televisión por cable “UFOFiles” (Archivos OVNI), mostrado en el “History Channel” (Canal de Historias), crearon un espectáculo basado al informe. El espectáculo, denominado "Roswell de México”, fue uno de los varios episodios acerca de los OVNIs que se estrellaron semejantes al incidente de Roswell del 1947.
El relato según enviado anónimamente a los investigadores:
En la noche del 25 de agosto de 1974, los radares de defensa aérea estadounidense detectaron un objeto volador no identificado a punto de cruzar el espacio aéreo estadounidense viniendo del Golfo de México. El objeto fue rastreado a velocidades de hasta 2.500 mph (millas por hora), a una altura de 75.000 pies. Continuando en esta trayectoria, el objeto entraría el espacio aéreo de los Estados Unidos sobre Corpus Christi, Texas llegando del Golfo de México.
Al principio se pensó que el objeto podía haber sido un meteoro. Sin embargo, el objeto fue rastreado girando y nivelándose a 45.000 pies, luego a aproximadamente 20.000 pies quedándose en cada nivel por unos cinco minutos antes de virar de nuevo. Entonces lentificó su velocidad a unos 1.900 mph (millas por hora). Se eliminó un meteoro porque un meteoro normalmente no haría un treinta y cinco grado de cambio de dirección y un cambio de velocidad de esa manera. El objeto no identificado luego comenzó a descender y girar al mismo tiempo. La bajada fue dada “a cada paso" y no fue curvada como un meteoro lo haría.
El objeto después fue rastreado, aún más, entrando el espacio aéreo mexicano 40 millas al sur de Brownsville, Texas. Los radares de defensa aérea estadounidense continuaron a rastrear el objeto hasta que se desapareció del radar de nuevo cerca del pueblo de Coyame en el estado de Chihuahua, México, no lejos de la frontera con los Estados Unidos. Allí, el objeto se desapareció repentinamente de las pantallas de los radares.
El punto de desaparición de las pantallas de los radares estaba sobre un área árida y escasamente poblada del norte de México. Al principio se asumió que el objeto se había descendido por el horizonte fuera del alcance de los radares y una vigilancia se mantuvo para cualquier reaparición del objeto. Pero nada ocurrió.
Cincuenta y dos minutos después de la desaparición, el tráfico de radio civil indicó que un avión civil se había estrellado en esa zona. Pero estaba claro que ese avión desaparecido había salido de “El Paso International Airport” en Texas con destino a la ciudad de México, y no podía, por lo tanto, haber sido el objeto que fue rastreado sobre el Golfo de México. Las interceptaciones de radio fueron informadas a través de canales a la CIA. Es posible que hasta dos agencias del gobierno estadounidense también recibieran informes adicionales, pero éstos no se han confirmado hasta la fecha.
A las 9:00 pm, el 26 de agosto de 1974, la CIA comenzó inmediatamente a formar un equipo de recuperación en Fort Bliss, Texas. La velocidad que este equipo y su equipamiento fueron montados sugiere que esto era un ejercicio bien ensayado o uno que fue realizado antes de este evento.
Al mismo tiempo, helicópteros fueron amontonados en una zona restringida cerca de la frontera México-Estados Unidos. Según los testigos presenciales, se trataba de tres helicópteros más pequeños, probablemente Huey UH-1, pintado en un color neutral de arena y sin marcas. También había un helicóptero más grande, posiblemente un “Sea Stallion”. El personal de este equipo se quedó con sus helicópteros y no tenían contacto con el personal de Fort Bliss.
Fotos tomadas revelaron que el convoy se detuvo con las puertas abiertas de los camiones y dos cuerpos acostados en el suelo cerca de los camiones. En ese momento la CIA tuvo que tomar una decisión rápida, permitir que esa aeronave desconocida permanezca en las manos del gobierno mexicano, u ordenar el equipo de recuperación a territorio mexicano, complementado con cualquier tipo de apoyo militar necesario, para obtener la aeronave.
Con el convoy frenado en una zona desierta lejos de las áreas principales de población, la CIA dio la orden de enviar el equipo de recuperación. Tomaron los cuatro helicópteros más de dos horas para llegar al convoy, lo que encontraron haría una impresión duradera. Cuando el equipo estadounidense llegó al lugar ellos encontraron que todos los mexicanos estaban muertos. La mayoría de los cuerpos aún estaban en los vehículos.
Los estadounidenses vestidos con trajes de protección bioquímicos ataron el OVNI en un cable y lo levantaron lejos con el helicóptero “Sea Stallion”. Después cuando alzaron el platillo, el equipo inmediatamente desvió su atención hacia la evidencia restante. Reunieron los restos del avión, los vehículos del convoy, y los cuerpos del equipo mexicano y los estallaron con explosivos de alta potencia. En menos de una hora el equipo de recuperación había obtenido el OVNI y "limpió" la escena.
Cuando los helicópteros volvieron a entrar en el espacio aéreo de EE.UU., se procedieron a un punto en las Montañas Davis donde desembarcaron. A las 2:25 am, la mañana siguiente, volvieron a tomar el vuelo y se reunieron con un pequeño convoy en una carretera entre Van Horn y Kent. El disco adquirido fue trasladado a un camión suficientemente grande para manejarlo y poder ser tapado por completo. El destino del convoy se informó que fue Atlanta, Georgia. Otros informes sugieren que el OVNI fue trasladado a Wright-Patterson AF Base, o posiblemente una base sin nombre. Un posible destino podría haber sido el Área 51.
Qué causó la muerte de los mexicanos no se sabe. El equipo de EE.UU. parecía estar listo para este tipo de incidente. Lo único que no hicieron es transportar los cuerpos de la selección mexicana a los EE.UU. Esto podría haber sido porque no querían la transferencia de cualquier cosa que mató a ellos propagado a los EE.UU. o la orden del día era 'destruir todas las evidencias'.
Lo anterior fue recopilado de varias fuentes estadounidenses y traducido al español por Nelson C. Rivera (PRUFON).
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