Hola Sra. María M. Rivera:
Le escribo desde Chile, y la verdad es que yo navegaba por la net sin mayor intención de escudriñar casos de ovnis y mucho menos de leer historias semejantes a la suya y la de su familia, pero me vi en la obligación de escribirle de todos modos luego de leer su historia publicada en esta página:
http://lanzadeldestino.com/avistamientos-de-ovnis-y-extraterrestres-en-aguada-puerto-rico
Sucede que yo le creo. Siento que su historia es verdadera, pues no es muy lejana
a la nuestra.
Resulta que, aunque a usted le parezca chistoso o poco creíble, nosotros como familia
tenemos contacto con seres de otros mundos desde hace ya algunos años.
Yo hoy tengo 22 años, pero recuerdo que desde muy pequeña siempre éramos seguidos
por luces pequeñas dentro o fuera de nuestra casa así también como teníamos
contacto visual con estas naves.
En un principio cuando veíamos eso nos agradaba, pues nos gustaba el misterio. Solíamos llamar a esos mismos seres que usted vio, ‘esos cabezones grises’. Nosotros creíamos que ellos eran los únicos extraterrestres que existían, pero no es así. Ellos son lo peor con lo que un ser humano puede cruzarse. Me explico, tras pasar los años estos enanos seres, los grises, comenzaron a visitarnos físicamente, sobre todo a mi padre y a mi hermano. Ahí la emoción a lo desconocido llegó a su fin. Sentimos mucho miedo entonces, y ellos se alimentaban de nuestro temor. Querían llevarnos, querían a mi familia y nos buscaban con desesperación.
Nosotros entonces vivíamos en el norte de Chile, en Iquique y allí se paseaban como perro por su casa. Los vecinos los veían y mis tíos también. Todos les temen por lo mismo, y hasta atacaron a una de mis tías y a su perra. La cosa es que nos cambiamos de ciudad, a Santiago, la capital, y la historia no fue diferente. Ellos llegaron hasta aquí y, aun hoy, de vez en cuando tratan de venir a molestarnos. Lo que sucede que ellos sólo nos buscan, a los humanos en general, para experimentar, por eso hay tantos casos de abducciones.
Con el tiempo, nosotros conocimos a nuestros amigos estelares, seres de luz. Seres que muchos aquí conocen como ángeles y que trabajan para ayudar a la humanidad para que evolucione y se convierta a Dios, al altísimo con amor. Ellos hoy nos cuidan de estos famosos grises, y ellos mismo nos han dicho las intenciones que tienen para los humanos y por qué es que están tan desesperados por abducir a personas. Quizás entrar en detalles ahora de aquello les dará más temor. Pero sólo puedo decirles que esos seres que Ud. y su familia vieron son malos y no trabajan ni para Dios ni para el Amor Universal, y por esto mismo les escribo, para que estén atentos y alertas a ellos.
Existe un Dios, amiga, un Creador y su Amado Hijo, búsquelo. Cada vez que sienta miedo, llámelo. Llame a sus ¡"ángeles"! Ellos siempre estarán dispuestos para servir. Trate de no hablar de los grises. Trate de no pensar en ellos. Pues ellos también se comunican telepáticamente y cada vez que Ud. los piense será como un portal abierto, como una invitación para ellos, sobre todo si les demuestra temor.
A nosotros aun nos molestan, pero recientemente cuando nos sentíamos sobre nuestros techos nosotros simplemente salimos con palos (que no es lo ideal) y yo les digo o grito que no les tengo miedo, aunque lo tenga. Los echo de mi casa con autoridad en el Amor, con autoridad en Cristo. No es que ellos sean demonios ni nada de eso, pero ellos no trabajan para el Amor. Ellos no trabajan para Dios y es por eso que le temen igualmente.
Una vez, hace unos pocos años, mi mamá soñó con estos famosos grises y uno de
ellos le dijo que ellos se hacían más fuertes por nuestro temor. Que cuando nosotros
les demostramos temor, para ellos es más fácil utilizar nuestras mentes porque estamos
vulnerables. Por eso debemos ser más fuertes y tratar de enfrentarles no demostrándoles temor.
Bueno, yo no sé si esto le ayude, al menos espero que sepa que acá le creemos
y que si necesita un hombro en quien contar, para eso estaremos.
Quizás tenemos muchas más historias que compartirle en un futuro. Pero creo que lo
más importante es que busque a Dios y a Cristo como su refugio. Quizás cuando esté sola, o acompañada, una noche mirando a las estrellas, Ud. pueda hablarle telepáticamente a algún "ser de luz", a alguien que trabaje para el Señor, y así Ud. pueda conocer a un buen amigo como los nuestros para que la guíen en este camino tan completo y difícil, y poco creíble para otros también.
Sea discreta con quien habla estas cosas, su historia
es fácil de ser blanco de risas y burlas.
Desde Chile le dejo un gran abrazo y mi amistad.
(Su nombre ha sido omitido)
p.d.
Disculpe si no me expliqué como debía.
A veces cuando hablo de estas cosas no tengo control en mis pensamientos y
suelo ser difícil de entender.
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