martes, 2 de noviembre de 2010

Avistamiento del chupacabras en Puerto Rico

He ahí también, por ejemplo, el caso del Sr. Eliezer Rivera, residente de la comunidad Campo Rico, en el municipio de Canóvanas, quien se desempeña profesionalmente como uno de los mejores detectives del Cuerpo de Investigaciones Criminales de la Policía Estatal de Puerto Rico, en la Comandancia de ese cuerpo en la zona de Carolina, y quien además es ministro de una iglesia evangélica en Canóvanas. Él cuenta también con un bachillerato en sociología y un grado en trabajo social. En una entrevista al efecto él relató la experiencia vivida por él una noche del mes de diciembre de 1995.

Esa noche, Rivera, luego de oficiar el culto de su iglesia, llevó a varios feligreses a sus casas en una guagua tipo Van (autobús tipo furgoneta). Serían las 9:00 pm (21:00 horas) y solo faltaba llevar a uno de estos, llamado Carlitos, a su casa cuando se toparon con algo inesperado.

Iban por una carretera del barrio Cambalache, cuando de improviso divisaron a una criatura increíble parada en el lado izquierdo de la carretera.


El detective y ministro relata su encuentro:

“Carlitos fue el que la vio primero, y me gritó ‘¡Mira!, ¿qué es eso?’ Era una cosa increíble, era como un animal. Una cosa feísima… rara, bien rara. Tendría como unos cuatro pies de estatura, y estaba parada como así, semi-encorvada. Los brazos, que los tenía como cortos y más flaquitos, en esta posición (doblados, levantados y con las manos caídas). Debajo de los brazos se le veían como unas membranas carnosas que unían los brazos con el torso del animal. Cada mano tenía tres dedos y entre los dedos se le podían ver como unas membranas, semejantes a como los patos las tienen. Los dedos tenían unas garras largas, afiladas. La cabeza era como ovalada, y tenía unos ojos grandes y alargados para los lados, como achinados (oblicuos y tipo orientales) de un color rojo-anaranjado intenso, brillantes. La nariz casi no se le notaba, y la boca era pequeña.

“Era una cosa peluda, oscura, casi negra, y tenía las patas abajo fuertes, más flaquitas abajo. No pude verle bien los pies, pero noté que tenían como tres dedos también, con garras, y también tenían como membranas entre ellos.

“Aquello era una cosa fantástica, feísima, bien fea… y estaba parada allí, mirándonos. Yo me quise bajar para verlo mejor, y Carlitos me gritaba ‘¡No, vámonos de aquí! ¡Vámonos! ¡Vámonos!’ Pero yo le dije ‘No espera, deja ver qué es esto’, y abrí la puerta del vehículo para ver si podía acercármele un poco.

“Sacó una cosa larga y afilada por la boca”:

“Me bajé y cuando me moví para acercarme noté que aquello tenía unos movimientos bien lentos, raros, casi mecánicos. Me pregunté: ‘¿Adiós, esto será un robot? ‘Porque así se veía, con unos movimientos lentos. Y hacía los mismos movimientos que yo hacía. Cuando me bajé, que moví la cabeza para los lados, para observarlo mejor, eso hizo los mismos movimientos con su cabeza, pero lentos, como buscándome y qué sé yo, como examinando a uno. Decidí acercármele más, y entonces aquello sacó una cosa larga y afilada por la boca tres veces. ¡Bien rápido! La sacaba y la volvía a meter en la boca bien rápido. Esa cosa tendría más de pie y medio de largo. Ahí fue que yo pensé ‘Hum, esto no es conmigo’, y me regresé al vehículo, cerré la puerta y subí el cristal. Pero seguí mirando.







“Salió como una bala”:

“Carlitos estaba bien asustado, y me seguía gritando que nos fuéramos de allí, pero yo quería observar aquello bien. Ahí fue que noté que aquella cosa tenía “algo” que le bajaba hacia atrás desde la parte superior de la cabeza. Era como una cresta compuesta de unas cosas… no pude ver bien qué eran, porque todo el tiempo vi a la criatura de frente solamente. No la vi de lado ni de espalda, y esas cosas que tenía en la cabeza como que se iluminaban y cambiaban de colores alternadamente. Se veían amarilla, rojas… como verdes… una cosa bien rara. De momento, cuando esas cosas en la cabeza le brillaron, que como que empezaron a alternarse más los colores, ahí fue que, de momento, súbitamente, aquello salió disparado hacia arriba y se desapareció. Aquello volaba, pero eso no aleteaba como lo haría un pájaro, no señor. Eso sencillamente salió como una bala… y se disparó hacia arriba. De hecho, se sintió cómo las ramas de los árboles encima de nosotros se revolcaron cuando eso pasó cerca de ellas.

“Cuando eso se fue nos fuimos de allí enseguida, y no lo niego, yo estaba un poco asustado, porque eso era feísimo, una cosa rarísima. Llevé a Carlitos a su casa y tuve que llevarlo hasta arriba, en Palmasola, porque por nada del mundo quería que lo dejara abajo solo en la entrada. Tuve que llevarlo hasta la entrada de la misma casa por lo nervioso y asustado que estaba.

“Me fui a casa y esa noche no pude dormir. Me seguía la imagen de aquella cosa en mi mente. No podía sacarme de la mente aquello, porque me impactó. Es que uno no está impuesto a ver esas cosas, porque eso alegadamente no puede existir. No le dije nada a mi esposa sobre lo que había pasado hasta dos días después, cuando me sentí más confiado y tranquilo.

“No es de este mundo”:

“Lo que yo vi no es de este mundo. Eso no es una especie animal de este planeta. Yo he viajado mucho, he ido a las amazonas, a distintos lugares donde hay muchas especies de animales, y eso sencillamente no existe aquí. Es más, eso se comportaba, para mí, en cierto modo, de una manera inteligente. Eso como que me estudiaba, me analizaba, ese es el comportamiento que yo percibí en esa cosa. En ningún momento mostró agresividad hacia nosotros. Lo único fue cuando traté de acercármele, que me sacó la punta afilada por la boca tres veces… rápido, bien rápido. Pero yo interpreté eso como un mecanismo de defensa como que me quería decir ‘No pases de ahí, no te acerques más. Tú quieto ahí y yo acá’, y me quedé quieto y volví al vehículo. Eso pudo haberme atacado si quería y no lo hizo. Por lo que observé no me parecía agresivo, y me parece que sabe lo que es un ser humano, y la diferencia entre nosotros y los animales comunes.

“¡Qué ironía! Yo era uno de los que no creía que esas cosas existían. Escuchaba a las demás personas que decían haberlas visto y, no voy a decir que no les creía, pero yo pensaba que lo que habían visto tenía que haber sido un mono, un macaco o algún otro animal que no es conocido en la isla, y por eso decían que era algo raro. Pero ahora yo lo vi y sé que lo que está pasando es algo real y que esas criaturas sí existen.

Puesto que él es un detective y un ministro de una iglesia, se le pidió su opinión sobre las personas religiosas que han expresado su creencia de que son seres diabólicos del infierno. Él contestó:

“Yo no acepto la idea de que nosotros seamos la única vida en el universo. Eso sería limitar la obra creadora de Dios. Para mí esas criaturas no son de aquí. Si son extraterrestres eso yo no lo sé. Sé que esto puede sonar como una contradicción, pero como no tengo evidencia final para decir algo categóricamente, no lo voy a decir. El diablo no se alimenta de la sangre de ningún animal, como lo hacen esas criaturas que se están viendo en la isla. Así que no, eso no es nada diabólico. Es un tipo de vida desconocida, algo que no es de aquí. Y es algo que parece ser inteligente.”

Conclusión:

Rivera, sin saberlo, dijo tres cosas muy importantes. La primera fue cómo se comportaba la criatura, haciendo movimientos muy lentos y mecánicos, por lo que pensó de la posibilidad de que fuera un robot de algún tipo. Esto por sí solo no sería importante, ya que cualquier entidad viva podría comportarse de igual modo. Pero si unimos esto con los detalles de que la criatura también sacaba un apéndice largo, derecho y afilado por su boca, aún cuando la cabeza de la criatura era más pequeña, y al hecho de que también volaba aparentemente impulsada por los apéndices luminosos o energizados de su “cresta”, entonces todo toma un cariz muy diferente.

Estos y otros detalles importantes sobre las criaturas han sido informados también por otros testigos en la isla, por lo que debemos aceptar que no estamos lidiando con formas de vida comunes, sino con criaturas desconocidas de otro planeta. (Escrito por el periodista y ufólogo de Puerto Rico, Jorge Martín).

Lea más acerca del Chupacabras en lo siguiente:

Un policía puertorriqueño dispara el Chupacabras

El Chupacabras: ¿Una criatura desconocida o una bestia extraterrestre?

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Lajas


Aunque haya habido muchos avistamientos inexplicables en el pueblo de Lajas, la situación allí ha sido amplificada por la cantidad de mentiras y exageraciones por un grupo de supuestos “ufólogos” que ignoran otras áreas de Puerto Rico para promover el turismo en Lajas. Eso quedó evidente cuando mi esposa y mi hija se confrontaron con una terrible experiencia con los extraterrestres en Aguada y ese grupo de charlatanes rechazó nuestra súplica de ayuda. Por supuesto, si hubiera sucedido en Lajas, habrían saltado a la oportunidad para la fama y el turismo para ese pueblo. Esos engaños y mentiras fueron aprobados y sancionados por el entonces alcalde de ese pueblo que nombró a la ruta 303, “ruta extraterrestre”. La idea de construir un “ovnipuerto”, “los avistamientos de la llorona”, y el mayor engaño de todos, “de que un OVNI se estrelló allí” sólo podría encontrarse en una novela de ciencia ficción.

Por Nelson Rivera
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El alien bailarín

Acerca de mí

Ufólogo, investigador criminal, músico, dibujante y escritor.


Yo trabajé 20 años para el Departamento de Corrección de la Ciudad de Nueva York. Primero como un Oficial de Corrección por 4 años, Capitán por 12 años y como "Deputy Warden" (diputado de prisión) por 4 años. Como agente de la policía y como supervisor, yo he conducido numerosas investigaciones criminales, algunas para alegaciones inimaginables.


En junio de 2005, después de mi retiro, me mudé a Puerto Rico con mi familia en donde mi esposa e hija tuvieron unas experiencias extraordinarias con extraterrestres. Estos encuentros con los alienígenas y abducciones subsecuentes de mi mujer y la falta de ayuda de los supuestos, "ufólogos" aquí en la isla, me llevó a involucrarme en el campo de la ufología y en la necesidad de ayudar a otros que han tenido experiencias similares.


Sobre PRUFON


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Esta red de Internet ofrece una perspectiva diferente en la vida, y trabaja duro para mantenerle informado sobre los fenómenos inexplicables que ocurren en la isla de Puerto Rico y en el Caribe. Colectamos y recopilamos informaciones sobre los objetos volantes no identificados (OVNIS) y otros fenómenos inusuales que los medios de comunicación (la prensa) y la ciencia no están dispuestos de exponer al público, ni quiere estudiar, ni si quiera reconocer.


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