Como este ser de un solo ojo le había dado la espalda a Fernando, él agarró un ladrillo del suelo y llegó a levantar el brazo para lanzárselo a la criatura. Pero, de inmediato, el alienígena se levantó y se dirigió hacia Fernando. Un rayo de luz amarilla salió disparado de un pequeño rectángulo que estaba en el área del pecho de su ropa y se proyectó bien en la mano que Fernando sostenía el ladrillo. El ladrillo cayó al suelo e, inexplicablemente, los tres chicos estaban tranquilos y totalmente calmados en vez de correr y gritar por ayuda.
jueves, 15 de agosto de 2013
El caso extraterrestre del barrio Sagrada Familia, Brasil de 1963
Considerado un clásico brasileño,
este caso ocurrió el 28 de agosto de 1963, en el barrio Sagrada Familia, de
Belo Horizonte, Minas Gerais (Brasil), y fue investigado por el grupo ufológico
brasileño CICOANI.
Los tres chicos Fernando,
Ronaldo y José Marcos salieron al traspatio después de la cena,
con el propósito específico de lavar el colador de café en un depósito de agua (era antes un barril metálico de gasolina),
al lado de la cisterna. José, el menor de ellos, con siete años en ese entonces,
se dirigió rápido al depósito de agua donde agachó completamente su cabeza y los brazos
dentro del barril para recoger el agua con una botella que tenía en la mano.
Luego detrás de él venía
Ronaldo que de repente notó un extraño "resplandor" en el traspatio. Al mirar hacia arriba para ver qué
podría estar causando esa claridad inusual, se encontró con un objeto
esférico. El objeto estaba iluminado internamente y sus paredes eran
transparentes. El objeto estaba estacionario y flotaba sobre un árbol de
aguacate. Su distancia a los chicos eran unos ocho metros. Su tamaño fue estimado
en torno de tres metros y medio de diámetro. En la parte superior del ovni
había una especie de antena con dos ramas dobladas en forma de V. Cada una
tenía una bolita en su punta superior. En el medio había otro tipo de antena vertical
más pequeña.
Debido a su
transparencia, se hicieron visibles cuatro seres que eran absolutamente iguales
a nosotros, excluyendo un detalle curioso: en lugar de dos ojos, ellos tenían un solo
ojo en medio de la frente, como un cíclope. Al menos uno de ellos era mujer,
porque a diferencia a los otros tres que no tenían pelo, esta alienígena tenía el cabello rubio bien peinado hacia atrás.
Todos estaban sentados en taburetes que tenían una sola pata. Los
asientos estaban dispuestos de un modo para que uno estuviera al frente, dos en
el medio y uno detrás. Al frente del asiento delantero había una consola que
parecía ser el panel de control de la nave.
A los pocos segundos,
después de la observación de Ronaldo, el objeto lanzó hacia abajo dos haces de luz amarilla, formando dos columnas de luz. Entonces entre estos dos haces de
luz descendió uno de los alienígenas, flotando lentamente hacia abajo. La
criatura comenzó a caminar hacia la cisterna donde el niño José permanecía con
la cabeza metida dentro del barril recogiendo el agua. Al parecer, José no
estaba al tanto de lo que sucedía. Cuando la criatura estaba a una distancia de
unos dos metros de José, él extendió su brazo dejando claro que sus intenciones
eran al menos tocarlo. Pero Fernando se desesperó e interpretó eso como una
agresión o que iba a secuestrar a José.
Sin vacilar, Fernando corrió
y saltó sobre el niño José, tumbándolo al suelo y se colocó antes de ese extraño
ser. Al instante, el alienígena se retiró y le hizo una serie de gestos a
Fernando con las manos, que fueron acompañados por los movimientos de su
cabeza. La criatura comenzó a hablar varias palabras completamente
ininteligibles. Después, el alienígena se sentó en el borde de la cisterna
frente al ovni, que permanecía flotando a baja altura.
Como este ser de un solo ojo le había dado la espalda a Fernando, él agarró un ladrillo del suelo y llegó a levantar el brazo para lanzárselo a la criatura. Pero, de inmediato, el alienígena se levantó y se dirigió hacia Fernando. Un rayo de luz amarilla salió disparado de un pequeño rectángulo que estaba en el área del pecho de su ropa y se proyectó bien en la mano que Fernando sostenía el ladrillo. El ladrillo cayó al suelo e, inexplicablemente, los tres chicos estaban tranquilos y totalmente calmados en vez de correr y gritar por ayuda.
Como este ser de un solo ojo le había dado la espalda a Fernando, él agarró un ladrillo del suelo y llegó a levantar el brazo para lanzárselo a la criatura. Pero, de inmediato, el alienígena se levantó y se dirigió hacia Fernando. Un rayo de luz amarilla salió disparado de un pequeño rectángulo que estaba en el área del pecho de su ropa y se proyectó bien en la mano que Fernando sostenía el ladrillo. El ladrillo cayó al suelo e, inexplicablemente, los tres chicos estaban tranquilos y totalmente calmados en vez de correr y gritar por ayuda.
Y el alienígena
permaneció allí, frente a los tres chicos, hablando sin cesar en un idioma totalmente
incomprensible. Y fue en este momento que los chicos pudieron observar bien a
la criatura. El ser tenía más de dos metros de altura y tenía un solo ojo
grande en el medio de la frente. Su ojo era oscuro, sin esclerótica y colocado
sobre la base de la nariz. Existía la posibilidad de que se trataba de la
pupila, porque destacaba por ser más oscura. Sobre el ojo había una mancha que
parecía ser la ceja. Su cara era totalmente roja. Era posible ver algunos
dientes mientras el alienígena abría la boca para hablar. Llevaba una especie
de escafandra y tenía la cabeza envuelta en un casco redondo y transparente, a
través del cual su rostro era claramente visible. La ropa que el alienígena estaba
usando era de color marrón hasta la cintura, blanca hasta las rodillas y después
negro (como si fuera una especie de bota). Su vestidura parecía estar hecha de
cuero o algo similar y tenía varias "arrugas" en las partes correspondientes
a los miembros y al pecho. Aun así, los chicos señalaron que había una caja de color
"cobre" colocada en su espalda.
Un poco
más tarde, el alienígena hizo un gesto levantando la
mano lentamente y señaló a la luna, como si estuviera indicando que estaba a
punto de hacer un viaje a nuestro satélite natural. Poco después el alienígena
caminó hacia el ovni. Cuando José Marcos vio que él se alejaba, le preguntó,
"¿Volverá usted?" Sorprendentemente, el alienígena dio la vuelta e
hizo un gesto moviendo la cabeza de arriba abajo, como si de acuerdo con lo que el
chico le había preguntado. Luego enseguida, dio la vuelta otra vez y prosiguió caminando hacia el ovni.
Pero antes de llegar a la nave, el alienígena se agachó y recogió una planta
del suelo con su mano izquierda. Cuando finalmente llegó al punto exacto donde
había flotado hacia el suelo, él hizo una señal con la mano y las dos columnas
de luz amarilla reaparecieron. Y como su llegada, el ser comenzó a flotar
lentamente subiendo hacia la nave. Una vez dentro del ovni, el alienígena
volvió a sentarse con los demás. Finalmente la nave emitió un resplandor y voló
silenciosamente hacia el este, difuminándose
y luego se desapareció.
Sólo después de haber
desaparecido la nave, los chicos corrieron dentro de la casa gritando y
llamando a su madre. Doña María José, la madre de los chicos, se alarmó por la aparición de sus hijos aterrorizados
y mandó a la chica a un bar cercano para conseguir a su marido, el Sr. Alcides
Gualberto. Él, a su vez, vino inmediatamente a ver lo que había sucedido. El
Sr. Alcides Gualberto encontró que había marcas pequeñas en forma de triángulo
en el suelo del traspatio precisamente por el camino que los niños
afirmaron que el alienígena cíclope había hecho. Los niños estaban muy
asustados y se negaron a volver al traspatio por varios días.
Lo anterior fue recopilado de varias fuentes brasileñas y traducido del portugués brasileño al español por Nelson C. Rivera (PRUFON).
sábado, 3 de agosto de 2013
Los extraterrestres Dropas se estrellaron al aterrizar en China
Informado que se
encuentran en China y en Tíbet los Dropas, son una pequeña raza humanoide que
puede haber llegado a la Tierra hace 12.000 años. A finales de la década de
1930, un arqueólogo chino, Chi-Pu-Tei, encontró una serie de pequeños esqueletos
inusuales dentro de unas cuevas en la provincia China de Qinghai.
No había epitafios en las
tumbas, sino cientos de discos de piedra 30 cm de ancho – denominados como
"Piedras Dropa" o "Discos
Dropa", cada uno con un agujero de 20 mm en sus centros. Cada disco de
piedra se dice que está inscrita con dos finas ranuras en espiral desde el
borde a un agujero en el centro del disco.
Cuando el Dr.
Tsum Um Nui de Beijing (la capital de China) examinó detenidamente los discos
alrededor de 1958, se concluyó que cada surco en realidad consistía en una
serie de diminutos jeroglíficos de patrón desconocido y origen. Las filas de
jeroglíficos eran tan pequeñas que se necesitaba una lupa para ver con
claridad. Muchos de los jeroglíficos habían sido desgastados por la erosión.
Cuando el doctor Tsum descifró los símbolos, dijeron de una raza de
extraterrestres conocidos como los Dropas que se estrelló al aterrizar sobre
las montañas de Bayan-Kara-Ula, convirtiéndose varados y la gente local mató a
la mayoría de los sobrevivientes.
Según Tsum Um
Nui, una de las líneas de los jeroglíficos dice:
"Los Dropas bajaron de las nubes en sus aeronaves.
Nuestros hombres, mujeres y niños se escondieron en las cuevas diez veces antes
del amanecer. Cuando por fin entendieron la lengua de señas de los Dropa, se
dieron cuenta de que los recién llegados tenían intenciones pacíficas..."
Otra sección
expresa "lamento" que la nave extraterrestre se había estrellado en
una cordillera tan remota y de difícil acceso que no había ninguna manera de
construir una nave nueva para que los Dropas regresen a su propio planeta.
Estos cuentos folklores chinos
hablan de seres flacos pequeños con cuerpos frágiles y cabezas enormes. Muchos que
viven en la frontera chino-tibetana tienen miedo de estos "invasores de
las nubes."
De hecho, los arqueólogos
han tenido mucha dificultad en localizar las cuevas, ya que muchos lugareños
están demasiado asustados de los habitantes de las cuevas. Lurgan-La, el
"guardián religioso de los Dropas", da los hechos comúnmente
aceptados en relación a esta raza alienígena. Se informa que provinieron de un
planeta cerca de la estrella Sirio. Esta raza ha visitado la Tierra en dos
ocasiones, una vez hace 20.000 años, y de nuevo en el año 1014. Fue en esta
última misión que se causó un accidente dejando
varados a varios Dropas.
Tal vez relacionado, el
gobierno chino, en 1995, emitió un comunicado de prensa. Su contenido era la de
una tribu pequeña de unas 120 personas que se encuentran en la provincia de
Qinghai. Pequeñas de estatura, estas personas frágiles no se parecen a los
chinos ni a la población tibetana. De hecho, su clasificación etnológica era diferente
a cualquier catalogada antes de este descubrimiento. Algunos dicen que estos
son los últimos supervivientes aún en existencia de estos visitantes
extraterrestres.